Un ascensor o elevador es un sistema de transporte vertical creado para mover personas o bienes entre diferentes niveles. Está compuesto por partes mecánicas y electrónicas que funcionan de forma conjunta para lograr un medio seguro de movilidad. Existen dos modelos de ascensor comunes, pero muchas veces tenemos dudas y no sabemos cuál es el más idóneo para nuestra vivienda. ¿Ascensor hidráulico o eléctrico? ¿Con cuál nos quedamos? Veamos sus principales diferencias.
Accionamiento en el ascensor hidráulico y eléctrico
En primer lugar, en los ascensores hidráulicos el accionamiento se consigue a través de una bomba acoplada a un motor eléctrico. La subida de la cabina se consigue mediante la inyección de aceite a presión a través de un bloque de válvulas, que permite regular la velocidad, desde un depósito hasta el pistón, compuesto por un cilindro y un émbolo que sostiene la cabina, ya sea en tiro directo o suspensión diferencial. El descenso se consigue mediante la acción de la gravedad, es el propio peso de la cabina la que devuelve el aceite al tanque, el bloque de válvulas regula el caudal. Así, este modelo de ascensor solo acciona su motor en trayectos de subida.
Por su parte, el ascensor de tracción eléctrica cuenta con un sistema en suspensión formado por una cabina y un contrapeso que permite equilibrar el sistema, habitualmente al 50% de la carga nominal prevista a elevar. La tracción se consigue mediante la adherencia de los cables sobre la polea motriz de la máquina, que no es más que un motor eléctrico (con o sin reductor) y un freno electromecánico. Ambos se deslizan o ruedan a través de unos raíles fijos verticales, denominados guías y disponen de diversos elementos de seguridad como los amortiguadores de foso, paracaídas mecánicos y limitador de velocidad.
El tipo de accionamiento, es la principal diferencia entre ascensores. Los ascensores eléctricos solamente precisan de un motor eléctrico para ponerse en marcha, que es accionado tanto en subida como en bajada, en cambio, un ascensor hidráulico precisa, además del motor, una bomba para impulsar el aceite que solo es accionada en los trayectos de subida.
Consumo en ascensores hidráulicos y eléctricos
Antes de la aparición de los sistemas de regulación mediante variadores de frecuencia las principales diferencias entre los ascensores eléctricos e hidráulicos eran: eléctricos más ruidosos y bruscos en las paradas, en tanto que los hidráulicos eran menos ruidosos, si bien precisaban una mayor potencia de contratación. Hoy en día, con las aplicaciones de VVVF, se han reducido las diferencias, los ascensores eléctricos son tanto o más suaves que los hidráulicos y a éstos les podemos disminuir la potencia necesaria. El consumo de un ascensor depende de la forma como lo utilicemos.
Instalación de ambos modelos de ascensor
La particularidad esencial de los ascensores hidráulicos es su capacidad de adaptación a espacios pequeños y la posibilidad de deslocalizar la sala de máquinas, estas dos virtudes junto al hecho de transmitir sus principales esfuerzos al foso les hizo ser la primera opción de montaje hace 10 años. La aparición de los ascensores eléctricos sin sala de máquinas y cada vez más optimizados en cuanto a espacio y consumos ha vuelto a relegar a la tracción hidráulica a un segundo lugar.
¿Me quedo con un ascensor hidráulico o uno eléctrico?
Las dos son soluciones válidas, lo importante es tener claro las características que precisamos en cuanto a: velocidad, carga a elevar, superficie de cabina, el uso que necesitamos de él y las características específicas de cada edificio.