En noviembre de 2017, las llamas arrasaron un inmueble de la zona de Pepri, en la ciudad vieja de A Coruña. Hoy, cuatro años después, el inmueble calcinado, que data de 1850 y es considerado bien de interés cultural dentro del conjunto histórico, parece nuevo.
Actualmente, el edificio es una vivienda unifamiliar de 156 metros cuadrados con bajo, dos alturas, ático y, por supuesto, ascensor incorporado. Para Eninter Ascensores ha sido todo un honor poder participar en el reto de esta reforma llevada a cabo por Enreforma.
Respecto a nuestra participación en la reforma, teniendo en cuenta aspectos como la velocidad idónea, la carga a elevar, el espacio disponible y las características específicas del edificio, se decidió instalar un ascensor hidráulico.
Lo que caracteriza a este tipo de ascensores es que el accionamiento se consigue gracias a una bomba acoplada a un motor eléctrico. La cabina sube gracias a la inyección de aceite a presión a través de un bloque de válvulas y el descenso es posible gracias a la fuerza de la gravedad, ya que es el propio peso de la cabina que lo provoca. Hace unos años, este tipo de ascensores eran menos ruidosos y mucho más suaves en el transporte pero lo cierto es que, actualmente, los avances en los ascensores eléctricos han conseguido reducir por completo estas diferencias.
Otra particularidad esencial de este tipo de ascensores es su capacidad de adaptación a espacios pequeños. Por eso, teniendo en cuenta la superficie disponible y las necesidades de la vivienda se escogió esta modalidad de aparato para la reforma de A Coruña. El ascensor del inmueble gallego está diseñado para un uso familiar moderado, por eso, ocupa muy poco espacio. Tiene tres paradas y se considera un ascensor lento, ya que alcanza los 0,15 metros por segundo. La velocidad no era un aspecto primordial en un inmueble familiar pero sí lo era la estética, ya que se trata de un edificio histórico en el que había que integrar el aparato en un estilo de decoración concreto. Una botonera horizontal, un medio espejo en la cabina para generar la sensación de espacio y un pasamanos en el fondo son algunos de los elementos que han aportado la elegancia necesaria para que el aparato no desentone con el ambiente. Tal y como señala el arquitecto de Eninter Ascensores, “los acabados escogidos encajan a la perfección con la estética del edificio”.
El reto de mezclar diseño, modernidad y tradición que representaba la instalación del ascensor se ha superado con un resultado más que satisfactorio: un aparato de diseño contemporáneo que se integra en la modernidad de la reforma pero sin dejar de lado la tradición y elementos más clásicos y naturales como la madera.
La Voz de Galicia se ha hecho eco de la reforma en este extenso artículo, lo puedes consultar aquí.